domingo, 5 de febrero de 2012

¿Así de fácil?

A veces es fácil opinar cuando se está de éste lado de la cancha, pero perder peso no siempre resulta tan fácil como lo indica el dietista. 
Todos sabemos que para perder kilos, la fácil y rápida respuesta es “reduce porciones e incrementa actividad física”, pero ésta mágica respuesta no todos la pueden aplicar, y no necesariamente por falta de voluntad.

¿Qué, cómo, por qué, cuándo, con quién, dónde comemos?
La pérdida de peso involucra diversos factores, algunos relacionados con nuestro organismo, pero otros como el económico, social, cultural o conductual interfieren en este proceso.
 
  • “Come más por menos” slogan publicitario de conocidas tiendas de conveniencia. Y así es, cualquier persona con $10 pesos en la bolsa puede saciar su hambre en este tipo de establecimientos. Desafortunadamente poca gente conoce las consecuencias a la salud de la sopa de vasito o la calidad nutrimental del sándwich empaquetado.
  • La mayoría de las convivencias sociales están rodeadas de comida y/o alcohol, somos mal vistos y tachados de mal educados al decir “no gracias estoy en régimen”. La comida expresa una fuente de amistad.*
  • Las creencias y prácticas alimenticias de cada cultura en muchos casos infieren de manera causal al sobrepeso y la obesidad. Un bebe “bien dado” es un bebé saludable, una mujer “flaca” es una mujer triste y maltratada. 
  • El acelerado ritmo de vida tampoco deja mucho espacio para poder dedicar tiempo a la planeación y preparación del menú, pero al comenzar a hacerlo, esto poco a poco se convertirá en una costumbre. Como popularmente se dice, “lo difícil es comenzar”

No sólo se trata de voluntad y motivación; educación es la clave para comenzar a tener cambios definitivos en nuestro estilo de vida.

“Somos lo que comemos Vs. lo que gastamos”

* Mary Douglas

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