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1. Considera el desayuno la comida más
importante del día.
Explica al pequeño que al igual que los
autos, nuestro cuerpo necesita cargarse de energía para poder funcionar
correctamente, y el desayuno es la comida más importante del día, ya que
después de tantas horas de sueño amanecemos con la reserva baja. Los lácteos
son excelente opción para este tiempo de comida ya que son buena fuente de
proteína y de hidratos de carbono.
2. Haz divertida la hora de la comida.
Si bien cuando nos sentamos a la mesa
nos tenemos que sentar “ a comer”, hacer este momento ameno no es difícil.
Escucha y comparte las experiencias del día, hazle saber lo importante que es
disfrutar ese momento juntos. Evita regaños y discusiones.
3. Da variedad y color a sus platos.
Para evitar pasar horas en la mesa con
el típico ¡eso no me gusta! procura platos coloridos, variados, divertidos y
con un toque de creatividad. Por ejemplo, convierte esa aburrida milanesa en
una carita feliz, utilizando rodajas de zanahorias para los ojos, una bolita de
aguacate para al nariz, jitomate en la sonrisa y germen de alfalfa como cabello. Además de
divertido invitas sutilmente al niño a probar otro tipo de alimentos.
4. Considera la importancia de los
hidratos de carbono.
Un poco más de la mitad de las calorías
deben provenir de hidratos de carbono como el arroz, la pasta, los cereales
integrales, las verduras y las frutas.
5. Incluye al menos 5 porciones de verdura
y fruta en su alimentación.
Son la principal fuente de vitaminas,
minerales y fibra, ¡es fácil llegar a la cuota! Aprovecha la gran diversidad
con la que cuenta nuestro país.
6. Ofrece alimentos ricos en ácidos grasos
Omega 3.
Los ácidos grasos Omega 3 aportan
grandes beneficios a la salud de los pequeños. Se
encuentran principalmente en: aceites de semillas (cártamo, girasol, maíz,
soya), pescados grasos (atún, sardina, salmón, arenque), oleaginosas (nuez,
almendra, pistache, semillas, linaza, chía), aguacate y algunos cereales de
grano entero.
7. Disfruten de colaciones saludables y
nutritivas.
Acostúmbralos
a llevar siempre con ellos un recipiente con colaciones ricas y nutritivas
como: palomitas de maíz hechas en casa,
bolitas de frutas y/o verduras, frutos secos, nueces, cereal o un yogurt.
8. Haz del agua simple su bebida favorita.
Es necesario que nuestros pequeños se
acostumbren a acompañar sus alimentos con agua simple.
9. Cepilla los dientes al menos dos veces
por día.
La mejor manera de mantener una bella
sonrisa en nuestros pequeños es lavándolos –por lo menos- dos veces por día.
Evita caries y recuerda que una buena nutrición comienza por la boca.
10. ¡A
moverse!
Además de la actividad física que
desempeñe el pequeño, procuren paseos familiares, caminatas, colaboración con
las tareas del hogar, etc. Hazle saber la importancia que tiene el ejercicio
físico para
No quieras modificar los hábitos y la
conducta alimentaria del niño de un día para otro, para obtener resultados
permanentes deberás ir poco a poco. Recuerda
que, una vez encaminados, les será difícil soltar el hábito.
Recuerda que, "Somos lo que comemos vs. lo que gastamos"