lunes, 19 de agosto de 2013

De vuelta a la realidad

Si bien para muchas mamás el regreso a clases resulta un alivio, para otras nos es agotador, sobretodo a las que –además- desempeñamos alguna actividad profesional. Volver a la rutina, planear menús, levantarte temprano, revisar tareas y por la tarde llevarlos a sus clases extraescolares es agotador. 

La comida es el combustible de nuestro cuerpo, ¿qué pasaría si a tu auto en lugar de gasolina le echas agua? La dieta y los buenos hábitos resultan grandes aliados para combatir el cansancio.

Recomendaciones dietéticas para combatir el cansancio.
  • El desayuno es pieza clave; entre muchos otros beneficios a la salud, este tiempo de comida mejora el estado de alerta y concentración. 
  • Incluye alimentos ricos en:
Vitamina B6 como aguacate, plátanos, frijoles, lentejas, carne de res y nueces.  
Triptófano que se encuentra en alimentos como queso, pollo, pescado, nueces, leche, nueces, ajonjolí.   
Hierro proveniente de carnes rojas magras (especialmente res) como el lomo, la falda y el filete; los frijoles, yema de huevo, espinacas crudas con gotitas de limón.    
Magnesio verduras de hoja verde, nueces, almendras, soya y granos enteros.

  • No le huyas a los carbohidratos, son la principal fuente de energía. Prefiere aquellos de lenta absorción (complejos) como pan de granos, arroz y la pasta integral, tortilla, avena y amaranto.
  • Consume al menos 2 porciones de fruta y 3 de verdura en tu dieta diaria.
  • No dejes pasar más de 4 horas sin comer.
  • Mantén una buena hidratación. El agua es básica para mantener óptimos tus niveles de energía, bebe al menos 2 litros por día.
  • Limita el consumo de bebidas azucaradas. 
  • Disminuye lo más posible el uso de “polvos blancos” en tu alimentación (azúcar, sal y harina refinada).
  • Procura dormir entre 6 y 8 horas diarias. 
  • Evita bebidas que alteren tu sistema nervioso como café, o alcohol.

Somos lo que comemos vs. lo que gastamos.


Foto: http://epidemiologista.wordpress.com/2012/03/

miércoles, 14 de agosto de 2013

Hablemos del famoso Clembuterol

El clembuterol es una sustancia anabólica que contribuye en el aumento de masa muscular por mayor retención de agua, y a la vez disminuye la deposición de grasa; algunos ganaderos –de forma irresponsable- utilizan clembuterol, para acelerar la ganancia de peso en sus animales, así se sacrifican en menor tiempo teniendo grandes ahorros económicos al reducir sus gastos por alimentación y cuidados de los mismos; además la carne presentará un mayor peso por el efecto de retención de agua en el músculo, buen negocio ¿no?

El uso de ésta sustancia está prohibido en todo el mundo, su comercialización representan una falta de responsabilidad moral y ética debido a que el organismo no lo elimina por completo y sus residuos en tejidos (especialmente en hígado) han mostrado tener efectos adversos en las personas que lo consumen.

Si bien –como lo hemos visto en medios de comunicación- su presencia se detecta en análisis antidoping, los sedentarios de alto rendimiento no podemos detectar su presencia en el organismo a menos que nos hagamos análisis de orina o lleguemos a un grado de intoxicación. Los síntomas con clembuterol aparecen en un lapso de 30 minutos a 6 horas y desaparecen según su gravedad. La sintomatología incluye: adormecimiento de manos, temblores musculares, nerviosismo, dolores de cabeza y dolores musculares.

Pero en México… Verdades a medias
En los últimos días hemos escuchado sobre el caso de los futbolistas que dieron positivo en el uso de clembuterol durante exámenes antidoping.

Por un lado la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS) utiliza como argumento de descargo que “…la intoxicación de clembuterol por carne es de menos de uno por millón de habitantes”. ¿Quién habla de intoxicados por clembuterol? El tema es el riesgo de dar positivo en un análisis antidoping  al comer carne en México y no del riesgo de intoxicarse por clembuterol.

Es verdad que la probabilidad de intoxicarse en México por consumir carne de res contaminada por clembuterol es en términos estadísticos baja pero nunca ha aclarado COFEPRIS, cuál es el riesgo real de tener un resultado adverso en un análisis antidoping por comer carne de res en México.

La verdad completa es que por irresponsabilidad de algunos productores de carne de res de nuestro país y de la falta de medidas efectivas por parte de SENASICA (Servicio Nacional de Sanidad Inocuidad y Calidad de Agroalimentaria) y de COFEPRIS, se está poniendo en riesgo la honorabilidad y la carrera misma de los deportistas que consumen carne de res en México.

La ingesta involuntaria de clembuterol en México es tan común que las autoridades deportivas internacionales tratan de manera especial los casos en donde el deportista compruebe que ha consumido carne de res en México, ¡Qué vergüenza!

La Agencia Mundial Antidopaje (AMA) no ha tenido más opción que invalidar una enorme cantidad de resultados analíticos adversos tras investigar y comprobar que México tiene un grave problema de carne contaminada por clembuterol. Esta es la verdad completa.

La normatividad mexicana exige que el ganado esté libre de clembuterol. COFEPRIS insiste en señalar que está haciendo bien su trabajo porque menos de un mexicano por cada millón de habitantes se intoxica, pero no proporciona estadísticas del número de mexicanos que sin llegar a intoxicarse, está comiendo carne de res contaminada por clembuterol.

Hay también evidencia científica producto de investigaciones de instituciones reconocidas y muy respetadas que indican que en un análisis regional se ha podido detectar la presencia del clembuterol en el 86% de la carne proveniente de mercados locales http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=72411971006 COFEPRIS insiste en que cifras tan elevadas son cosas del pasado, pero la realidad es que México tiene un problema serio de contaminación de clembuterol en carne.

Una media verdad puede ser tan dolosa como una mentira completa. No basta con declarar que México tiene pocos intoxicados por clembuterol al año, la tarea es cumplir y hacer cumplir la normatividad para evitar que una parte importante de los que vivimos en México sigamos ingiriendo carne que contiene un fármaco prohibido sin darnos cuenta.

Como consumidores no queda más que ejercer presión en empacadoras, carnicerías y tiendas de autoservicio que venden carne para contar con un programa de control de calidad de sus proveedores y así gozar de productos alimenticios de calidad y sin riesgo para la salud.

Referencias:
Sergio Escutia
Cuadernos de Nutrición (V30-3-2007)