viernes, 13 de septiembre de 2013

A un mes de mi primer maratón



La primera vez que me aventé a correr un 10K fue en 2007, como buena principiante hice todo aquello que no debes como cenar pesado, correr  con ropa y tenis nuevos, no calentar, no estirar, e irónicamente logré un muy buen tiempo… aún recuerdo el gozo con que corrí despreocupada e indiferente durante 55 minutos así como la felicidad que me dio poder terminar y recibir mi primer medalla.

A raíz de esa maravillosa experiencia decidí “prepararme” para otros 10K, entrené durante 6 meses, apliqué “by the book” mis conocimientos en nutrición, calenté, estiré, me hidraté correctamente y monitoreé mi ritmo cardiaco durante toda la carrera, ¡qué estrés! Resultado: una hora cinco minutos, 10 minutos más que en mi primer carrera…

A lo que voy con ésta experiencia –definitivamente- no es a recomendarte que corras sin preparación, es para tratar de explicar como esa primera vez que no cargué con el bulto del perfeccionismo y de la preocupación lo hice, y lo hice muy bien. Para mi esto es un claro ejemplo de como con la cabeza puedes correr más rápido que con las piernas.

Después de muchos 10K comencé a incrementar distancia pero nunca con la intención de aventarme a las ligas mayores, era muy feliz estando en mi zona de confort hasta que Ricardo (mi esposo) me guiñe el ojo sonsacándome a correr mi (nuestro) primer maratón. Los que conocen de esto saben que tener número para correr el maratón de Chicago no es fácil, entré a una lotería y resulté ganadora, definitivamente ¡ya me tocaba! Al conocer la noticia me quedé pasmada, primero sentí emoción y alegría, después miedo, preocupación y estrés. Hoy, hoy ya no sé que siento…

Durante estos cuatro meses de entrenamiento he tenido un sin fin de experiencias y aprendizajes, no sólo me volví experta en fascitis plantar, tipo de pisada y tenis, también conocí gente maravillosa como Oscar mi masajista de descarga (emocional), gané humildad y un poco (sólo un poco) de tolerancia hacia los demás, aprendí a sonreír a los extraños, y –sobretodo- a entender que las reglas del juego no están escritas en ningún libro y no aplican igual para una persona que para otra.

¿Con la cabeza, el corazón o las piernas?

Hoy más que nunca estoy convencida que para poder correr un maratón no necesitas estar fitness, llevar dieta extrema  o correr a 5 minutos el kilómetro, si bien el entrenamiento es importante, lo que necesitas es tener gran voluntad, entrega, disciplina y motivación. Vencer miedos, poner metas, fijar objetivos, y dedicar tus logros a las personas que más amas y han corrido de la mano contigo durante estos meses de entrenamiento.

martes, 3 de septiembre de 2013

El lado bueno de los Chiles en nogada

Septiembre, época de mi platillo favorito: Chiles en nogada. Si bien se sabe que se trata de un plato lleno de calorías, su sabor y exquisitez lo vale. Representa uno de los iconos de la gastronomía mexicana, se caracteriza por su intenso aroma y el contraste de su sabor dulce- salado.

Se dice que en 1821 cuando Vicente Guerrero e Iturbide pasaba por la ciudad Puebla de los Ángeles hacia la ciudad de México, se detuvieron a comer en un convento donde las monjas quisieron consentirlos agasajándolos con un platillo original que llevara los colores de la bandera de Las Tres Garantías que representaban religión, unión e independencia, dando el verde del chile, blanco de la nogada y rojo de la granada. Por temporada y tradición se comen durante los meses de Agosto y Septiembre.

Entre sus ingredientes principales destacan:
  • Chile poblano: Poderoso antioxidantes. Rico en vitamina C y provitamina A, útil para el cuidado de la piel y la vista.
  • Carne de res y puerco: Contiene proteínas de alto valor biológico necesarias para mantener una buena salud en los tejidos de nuestro cuerpo.
  • Cebolla: Vegetal con una larga lista de propiedades entre las que destaca un papel cardioprotector gracias a su importante aporte de flavonoides.
  • Perejil: Favorece la digestión y disminuye espasmos estomacales.
  • Nuez y almendra: Proteínas ricas en grasa cardiosaludable.
  • Granada: Esta interesante fruta se caracteriza por ayudar a prevenir la oxidación celular y en cuidado de tu piel.
  • Fruta deshidratada: Representa una abundante fuente de minerales y energía.

¿Qué tanto es tantito?
En promedio un chile en nogada capeado de receta tradicional aporta:*
  • Energía: 763 kcal.
  • Hidratos de carbono: 59g.
  • Proteínas: 26g.
  • Grasa: 46g.
  • Grasa Saturada: 4g.
  • Grasa Monoinsaturada: 26g.
  • Grasa Poliinsaturada: 13g.
  • Colesterol: 98mg.
  • Sodio: 108mg.
  • Azúcar: 23
  • Fibra: 4g.

Recomendaciones:
  • De preferencia cómelo sin capear.
  • Si tu los preparas, sofríe los ingredientes con poco aceite.
  • En lugar de freír el chile, hornéalo.
  • Elige carnes magras (con poca grasa) para el relleno.
  • Para la nogada, prefiere la crema baja en grasa.
  • Utiliza poca sal en su preparación.

No puedes dejar pasar la temporada sin deleitar un delicioso chile en nogada, recuerda que la clave está en el “cuánto” y no en el “qué”.

Somos lo que comemos vs. lo que gastamos.

*Sistema Mexicano de Alimentos Equivalentes