Los mexicanos conceptualizamos a las personas con sobrepeso como personas felices (gordito feliz), “bien dadas”, sanas e incluso tiernas. El sobrepeso y la obesidad son factores de riesgo para numerosas enfermedades crónicas, entre las que se incluyen la diabetes, las enfermedades cardiovasculares y el cáncer. En México 7 de cada 10 personas tienen kilos de más.
¿Por qué México es gordo?
Si bien el sobrepeso tiene origen multifactorial, representa un problema que empieza en los hábitos alimentarios, la cultura, el estilo de vida y la regulación deficiente en áreas como educación, publicidad y promoción de salud.
Una de las principales causas es el desequilibrio energético, es decir, se consumen más calorías de las que se gastan a través de la actividad física.
¿De a cómo la caloría? Comer de más no necesariamente significa comer mucho, hoy en día es fácil cubrir tu requerimiento calórico con poco alimento. Sabías que en 1992 era más costoso cubrir el requerimiento energético que en 2010, esto quiere decir que ha aumentado el consumo de alimentos de alta densidad energética y poca calidad nutrimental. Vivimos rodeados de comida paquete llena de energía (calorías) y deficiente en nutrimentos, lo que convierte a México en un país gordo y mal nutrido.
El requerimiento aproximado de energía en nuestra población es de 1,850 kcal. diarias, el consumo promedio diario llega a ser de 3,180 kcal.
Otra causa de obesidad es el poco acceso al agua potable. Somos el principal consumidor de refresco a nivel mundial con 163 litros por persona al año. Se calcula que las bebidas azucaradas aportan entre el 20 y el 22% del consumo total de energía, por lo que de esas 3,180 kcal. (que en promedio consume el mexicano) entre 636 y 700 kcal. provienen de agüitas coloridas. Para dimensionar esta situación considera que un kilo de grasa corporal representa 7,000 kilocalorías ¡haz cuentas!
¿En qué tipo de alimentos gastan los mexicanos?
En los últimos 30 años ha disminuido el consumo de alimentos como frutas, verduras, tortillas, leche y productos de grano entero, mientras que ha aumentado el consumo de carnes, carbohidratos refinados y refrescos.
De 1990 a la fecha disminuyó el consumo de frijol en nuestro país, pasó de 18.9 kg. por persona a tan solo 9 kg., menos de la mitad. Curiosamente en ese lapso entraron a México las –repugnantes- “sopas de vasito” las cuales han contribuido de manera importante en esta transformación alimentaria.
Para perder peso no es necesario someterse a dietas extremas ni a “morir” de hambre, reduce porciones, muévete más y acerca -a medida de lo posible- tu alimentación a lo natural, considera que mientras menos paquetes abras al comer, más saludable será tu alimentación.
“Somos lo que comemos vs. lo que gastamos”
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